sábado, 31 de agosto de 2013

NOS HA DEJADO JUANI,NUESTRA TESORERA



 



Hoy es un día triste para nuestra Asociación,se nos ha ido,Juani 
Dorado Rodriguez,nuestra tesorera.Una mujer joven,trabajadora y luchadora donde las haya. Juani,se enfrentó a su enfermedad con una entereza admirable y nos consta que estuvo luchando hasta el final.En estos tristes momentos,es muy difícil encontrar unas palabras de consuelo para su marido, José y para sus dos hijos, su madre y sus hermanos.También para sus numerosos amigos y amigas.
Dicen que una persona no muere mientras su recuerdo viva en nuestro corazón.No dudes Juani que, los/as que te hemos conocido,te llevaremos siempre en el nuestro.
Despedimos a Juani con la Elegía que compuso Federico García Lorca a su amigo Ramón Sijé:

(En Lobón, su pueblo y el mío, se me ha
muerto como del rayo Juani, con quien
tanto queríamos)
.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
.
Alimentando lluvias, caracoles
Y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas 

daré tu corazón por alimento. 
Tanto dolor se agrupa en mi costado, 
que por doler me duele hasta el aliento. 

Un manotazo duro, un golpe helado, 
un hachazo invisible y homicida, 
un empujón brutal te ha derribado. 

No hay extensión más grande que mi herida, 
lloro mi desventura y sus conjuntos 
y siento más tu muerte que mi vida. 

Ando sobre rastrojos de difuntos, 
y sin calor de nadie y sin consuelo 
voy de mi corazón a mis asuntos. 

.Temprano levantó la muerte el vuelo, 
temprano madrugó la madrugada, 
temprano estás rodando por el suelo. 

No perdono a la muerte enamorada, 
no perdono a la vida desatenta, 
no perdono a la tierra ni a la nada. 

En mis manos levanto una tormenta 
de piedras, rayos y hachas estridentes 
sedienta de catástrofe y hambrienta 

Quiero escarbar la tierra con los dientes, 
quiero apartar la tierra parte 
a parte a dentelladas secas y calientes. 

Quiero minar la tierra hasta encontrarte 
y besarte la noble calavera 
y desamordazarte y regresarte 

Volverás a mi huerto y a mi higuera: 
por los altos andamios de mis flores 
pajareará tu alma colmenera 

de angelicales ceras y labores. de los enamorados labradores. 

Alegrarás la sombra de mis cejas, 
y tu sangre se irá a cada lado 
disputando tu novia y las abejas. 

Tu corazón, ya terciopelo ajado, 
llama a un campo de almendras espumosas 
mi avariciosa voz de enamorado. 

A las aladas almas de las rosas... 
de almendro de nata te requiero,: 
que tenemos que hablar de muchas cosas, 
compañera del alma, compañera.